Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La buena noticia | SOLIDARIDAD | Esperanza
Escribo esta frase sentado ante el teléfono al que he atendido durante 42 años

Teléfono de la esperanza… dígame

|

Efectivamente, allá por el año de Maricastaña fui llamado por unos amigos -los fundadores del Teléfono de la Esperanza de Málaga- para que me incorporara a dicha asociación como voluntario. Inmediatamente me “ficharon” como orientador y ahí permanezco desde entonces, primero en turnos de noche, donde he estado muchos años y últimamente, en turnos de mañana.


Es decir, mi vida se ha desarrollado de forma paralela con mis actividades en dicha asociación. Allí he aprendido muchísimo en la universidad de la escucha. He pasado momentos muy alegres y otros angustiosos. Estos últimos los menos. El agradecimiento sincero de aquellas personas que se sienten aliviadas por tu escucha suple con creces los momentos difíciles en los que solo te falta comenzar a llorar con el llamante.


En estos días se ha expuesto, desde los mentores del Teléfono de la Esperanza a través de un pasacalles informativo, la preocupación que sentimos todos ante la situación actual en la que el número de suicidios es bastante elevado. Esta circunstancia me ha hecho recordar que hace años, cuando yo pertenecía a la directiva del teléfono, realizamos una actuación similar haciendo partícipe a los medios de comunicación que cada día se producía un intento de suicidio en Málaga y del problema que representaba dicha circunstancia. Desde “arriba” me llegó una advertencia para que no “aumentara la alarma social” entre los malagueños. Ojos que no ven…


El suicidio es un grave problema de la humanidad que tenemos que afrontar. Personalmente me he encontrado con el mismo en diversas ocasiones -espero que con éxito por lo menos aparentemente-. Ahora han mejorado mucho los medios con los que cuenta el Teléfono de la Esperanza para ayudar a aquellos que la necesitan en esta situación extrema. Se ha puesto en marcha el programa MEMIND preparado para afrontar los procesos de suicidio, lo que permitirá atenderlos de una forma más eficaz.


A final de este año me jubilaré como orientador. Creo que ya me queda poco que aportar. Pero ahí queda un equipo de voluntarios y profesionales que llevarán adelante esta maravillosa obra que tanto ha paliado el sufrimiento de los seres humanos que nos rodean.


Mi buena noticia de hoy es que se seguirá atendiendo con la frase: “teléfono de la esperanza… dígame”.

Teléfono de la esperanza… dígame

Escribo esta frase sentado ante el teléfono al que he atendido durante 42 años
Manuel Montes Cleries
lunes, 10 de septiembre de 2018, 08:28 h (CET)

Efectivamente, allá por el año de Maricastaña fui llamado por unos amigos -los fundadores del Teléfono de la Esperanza de Málaga- para que me incorporara a dicha asociación como voluntario. Inmediatamente me “ficharon” como orientador y ahí permanezco desde entonces, primero en turnos de noche, donde he estado muchos años y últimamente, en turnos de mañana.


Es decir, mi vida se ha desarrollado de forma paralela con mis actividades en dicha asociación. Allí he aprendido muchísimo en la universidad de la escucha. He pasado momentos muy alegres y otros angustiosos. Estos últimos los menos. El agradecimiento sincero de aquellas personas que se sienten aliviadas por tu escucha suple con creces los momentos difíciles en los que solo te falta comenzar a llorar con el llamante.


En estos días se ha expuesto, desde los mentores del Teléfono de la Esperanza a través de un pasacalles informativo, la preocupación que sentimos todos ante la situación actual en la que el número de suicidios es bastante elevado. Esta circunstancia me ha hecho recordar que hace años, cuando yo pertenecía a la directiva del teléfono, realizamos una actuación similar haciendo partícipe a los medios de comunicación que cada día se producía un intento de suicidio en Málaga y del problema que representaba dicha circunstancia. Desde “arriba” me llegó una advertencia para que no “aumentara la alarma social” entre los malagueños. Ojos que no ven…


El suicidio es un grave problema de la humanidad que tenemos que afrontar. Personalmente me he encontrado con el mismo en diversas ocasiones -espero que con éxito por lo menos aparentemente-. Ahora han mejorado mucho los medios con los que cuenta el Teléfono de la Esperanza para ayudar a aquellos que la necesitan en esta situación extrema. Se ha puesto en marcha el programa MEMIND preparado para afrontar los procesos de suicidio, lo que permitirá atenderlos de una forma más eficaz.


A final de este año me jubilaré como orientador. Creo que ya me queda poco que aportar. Pero ahí queda un equipo de voluntarios y profesionales que llevarán adelante esta maravillosa obra que tanto ha paliado el sufrimiento de los seres humanos que nos rodean.


Mi buena noticia de hoy es que se seguirá atendiendo con la frase: “teléfono de la esperanza… dígame”.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto