Mañana se disputa en Anoeta el que posiblemente sea el derby más amable a nivel de aficiones del fútbol español entre la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao, que este año, dada la situación de ambos, podría calificarse sin dudarlo de duelo por todo lo bajo.

Los de casa están en caída libre, sumergidos en una lamentable racha que les ha llevado de la zona tranquila de la tabla a merodear con los puestos de descenso, culminada con la derrota de la pasada semana ante un Espanyol en inferioridad numérica durante cerca de una hora.

Por su parte, los del Botxo no están mejor. El Athletic ha realizado la peor primera vuelta de la historia, y tras un amago de recuperación con la llegada de Clemente ha regresado al lugar que ocupaba con Mendilibar: las posiciones que le conducirían, por primera vez en su historia, a la Segunda División.

Como siempre, lo mejor será el pasacalles que todos los años organizan las peñas de ambos equipos bajo el emblema de "Euskal Hintxak", que animará la ciudad en las horas previas al partido y donde se vivirá un ambiente de hermandad casi impensable en cualquier otro enfrentamiento de estas características en el fútbol español.

Desde luego, el que pierda quedará en una situación harto complicada. Si lo hace la Real, Amorrortu tiene bastantes posibilidades de ser destituido; si lo hace el Athletic, podría quedarse a más de un partido de la salvación, algo que psicológicamente podría ser muy duro. ¿Y si empatan? Puede que ambas cosas a la vez.