Ocupan un lugar básico en los organigramas deportivos de la mayoría de equipos de fútbol en nuestro tiempo, pese a que normalmente la gloria o los palos se los lleva luego el mister o incluso el presidente.
Me refiero a los secretarios técnicos o directores deportivos. Y uno está particularmente admirado del fenomenal resultado que está dando el del Sevilla, el otrora cancerbero de segundo nivel de la escuadra nervionense. ¿Recuerdan la cruel caricatura de Arús y los suyos, en su espacio “Al ataque” en Antena 3 hace 7 u 8 años?
Bien, pues de aquel Monchi que alternaba la portería sevillista con Unzúe en los 90 sin demasiada gloria, hemos pasado a un pedazo de director deportivo, cuya política de fichajes foráneos y apuestas por canteranos ofrece en los últimos 5 años un resultado deportivo y económico que nadie puede discutir.
Del Nido ha encontrado en Ramón Rodríguez a su ‘tapado’ de oro, al hombre que explica en buena medida el continuo crecimiento blanquirrojo en el último lustro. Apuestas como la de Caparrós, Baptista, Alves, Luis Fabiano, Maresca más los canteranos Sergio Ramos, Jesús Navas, David o Kepa, por citar a los principales tienen nombre y apellido. Ramos, Baptista y el mister ya no están, pero el beneficio económico que los dos primeros han supuesto para el club son como un oasis en el desierto para la solvencia financiera sevillista y para que Monchi siga haciendo de las ‘suyas’ con ese capital.
Las últimas han sido fichar a un gran jugador, que incluso está empezando a hacer lo que en Inglaterra hacía poco, meter goles, como es Kanouté (exTottenham) y a un gran técnico sin demasiado nombre, que está sacando un buen rendimiento a una plantilla equilibrada y con gran potencial, como es Juande Ramos. El técnico manchego ya hizo grandes campañas en el Rayo, Málaga y Betis.
Es, por otro lado, bastante probable que Alves vuele a final de temporada, destino Barcelona o deode sea, pero la caja registradora del Sevilla volverá a hacer clinc y sin riesgo de mermar en exceso una buena plantilla.
La relación precio-rendimiento de las apuestas sevillistas en los últimos años es excelente, ni más ni menos.
Comparaciones con otros lares son odiosas, pero es que ... salta a la vista. Sacchi, Butragueño, Florentino o sabe Dios quién, fichando a golpe de talonario a dos medios centros – P.García, Gravesen – con ninguno de los dos jugando, un delantero balón de oro que el mister no había pedido (Owen) acaba mal vendido, para traer a otro con sobrepeso y que, que se sepa, solo es crack por la ficha, un lateral uruguayo que solo cuenta para los bolos ... en fin; veremos si Floro pone orden y criterio o solo es otro parche.
Por cierto, parece que la llegada de Benito ha evitado la posible incorporación del exportero sevillista al staff del Madrid la próxima campaña.
Fiascos galácticos ... me quedo con Monchi.