| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
Al salir de su reunión con Pedro Sánchez en Moncloa, el Presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha insistido en que no descarta cualquier vía para conseguir la independencia e instaba al Presidente del Gobierno español a que se deje de perseguir a gente por sus ideas.
Esta falacia debería ser suficiente para caer en la cuenta de qué poco ha cambiado la puesta en escena separatista. Sin embargo, desde el Gobierno se ha hecho todo lo posible por escenificar que estamos ante un nuevo tiempo y se ha repetido el mantra del diálogo y de que los conflictos políticos han de solucionarse con la política.
Más allá de la foto, que Sánchez y Torra aprovecharán para sus respectivos intereses, el acuerdo de recuperar la Comisión bilateral prevista en el Estatut y el levantamiento de los recursos ante el Tribunal Constitucional de las denominadas “leyes sociales” nos sitúan ante un nuevo escenario.
La libertad de expresión es un derecho fundamental que abarca las libertades de opinión, información y prensa, es esencial para ejercer otros derechos humanos y participar activamente en una sociedad libre y democrática, pero lo mismo en España que toda Europa, este derecho se enfrenta a desafíos y tensiones debido a la censura y a las restricciones.
Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.
Pedro Sánchez habría dado por amortizada la actual legislatura y, con un golpe de efecto, anunciará presumiblemente el 29 de abril el adelanto de las Elecciones Generales para el próximo otoño, con la esperanza de renacer cual Ave Fénix y obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de la efímera candidatura unitaria de izquierdas Sumar y con apoyos externos de los grupos nacionalistas periféricos.
|