Como dijo Jorge Luis Borges, “hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos”. Es lo que nos ha pasado a los españoles: Hemos terminado todos pareciéndonos a quienes en realidad deberían ser nuestros enemigos puesto que son quienes nos roban cada día la cartera. Y lo que hacemos es, a la mínima ocasión que se nos presenta, afanar lo que esté en nuestras manos. Cuestión de cultura mediterránea y norte africana en mi opinión; preconizada por la clase política de estas zonas en las que están los políticos más desvergonzados tanto del Continente europeo como del africano. Pues, a lo largo de la historia, ¿qué dirigentes políticos han superado en desfachatez a españoles, italianos, griegos (incluso franceses), marroquís, tunecinos, libios, etíopes, etc., etc.? Ya lo dije no hace mucho: los españoles siempre echamos algo de menos. Algo que si no se tiene hay que procurarse como sea, y claro…

Ahora se está hablando que Hacienda tiene el ojo puesto en los profesionales (médicos, abogados y otros muchos defraudadores que, al parecer, siempre han estado escondidos sin que nadie los molestara) y, supongo, en las élites del deporte y la farándula que, sin duda, se llevan la palma de la defraudación fiscal (y sino que se lo pregunten a Messi o Ronaldo o algún que otro señorito tipo Julio Iglesias). Y ¡vaya!, menos mal que ya, de una vez por todas, se va dejar de perseguir a los autónomos, que, dicho sea de paso, sólo suponen algo menos del 6% del fraude fiscal. Por fin, se va a perseguir a los que utilizan lo que servidor llama “los papeles de España” para evadir impuestos y que son, después de la gran empresa (los del Ibex, ya saben, los que defraudan ¡90.000 millones de euros al año!), los máximos evasores.

Resulta muy curioso que los medios de comunicación (especialmente las televisiones) no paren de señalar cada día a alguien famoso que ha utilizado Panamá para no pagar ni chavo en su país. Pero se olvidan de que en este nuestro suelo no hace falta ir a Panamá para “esconder” lo que haga falta. Se olvidan de que aquí, sin necesidad de recurrir a esas jurisdicciones offshore (45 a la vista, pero seguro que existen más), tenemos muchos medios para no pagar un duro por mucho que Hacienda se empeñe en lo contrario. ¿Cuántas Fundaciones (sin ánimo de lucro, ríase si le apetece) hay en España y cuánto pagan al Erario? ¿Y de esas SICAVs, qué me dicen Vds.? ¿Y de los famosos SIF luxemburgueses, quien sabe algo? Y no digamos ya la cantidad de martingalas del IRPF para que no sea necesario tener que recurrir a ese Delaware (sitio preferido por las empresas del Ibex donde casi todas operan de alguna forma) o las islas Seychelles tan difícil de pronunciar y que la mayoría de los evasores ni siquiera saben donde están. Amén de que, si no hay suficientes medios de evasión, se recurre a una amnistía fiscal y todo arreglado.

Pero además, en España no sólo están los papeles de los defraudadores, porque ¿qué les parecen los papeles de la política? ¿Quién soporta, sino cuatro embobados, a, nada menos, que casi ¡500.000 políticos! cobrando sueldos de entre 6.000 y 12.000 € al mes y que ahora con la extra se van a embolsar la friolera de ¡20.000 o más euros! de una sola tacada? Esos puede que sean quizás los peores “papeles de España”. Algo que no ocurre en ningún país desarrollado…, suponiendo, que es mucho suponer, que este nuestro lo sea.