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Nunca antes un izquierdista ha llegado a aglutinar a un cuarto de los votantes en el país

¿La izquierda podría ganar la presidencia colombiana?

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En las elecciones del domingo 27 se clasificaron dos candidatos para competir en la ronda final del 17 de junio. El representante de la derecha dura, Iván Duque, obtuvo un 39% de los votos emitidos frente al 25% que sacó Gustavo Petro de la izquierda moderada.


Colombia ha sido tradicionalmente el país más neo-liberal de Sudamérica y allí nunca antes un izquierdista ha llegado a aglutinar a un cuarto de los votantes o llegar al balotaje.


Las posibilidades que Petro pudiese ser el nuevo mandatario colombiano parecerían lejanas, pues él quedó 14 puntos debajo del triunfador de la primera vuelta y porque contra él hay una campaña que busca estigmatizarlo como un ex guerrillero que sigue aferrado alcuco del “castro-chavismo”.


Además, él raspadamente llegó a la segunda ronda pues apenas sobreasó por un 1.2% al centrista Sergio Fajardo quien no logró clasificarse al haberse presentado de manera separada del liberal De La Calle quien consiguió un 2%.

Sin embargo, algo que beneficia a Petro es que él no se encuentra estigmatizado por Fajardo o La Calle, quienes comparten con él muchos puntos en común como su prédica anticorrupción y su defensa del proceso de paz, el cual ha sido siempre cuestionado por el ex mandatario Álvaro Uribe y su delfín Duque.


Petro ha hecho todo lo posible por demarcarse de su pasado guerrillero, de deslindarse de cualquier referencia al socialismo, al antiimperialismo o a nacionalizaciones, y ha llegado incluso a acusar a Maduro de ser un “dictador”. Él no levanta banderas rojas sino multicolores y sostiene que su ideología es “humanista” y no marxista. Su ejemplo es el ex guerrillero uruguayo “pepe” Mujica quien hizo un gobierno moderado en Uruguay.


Lo más radical que tiene el programa de Petro es buscar extender los servicios de salud y educación gratuitos en Colombia, uno de los países con la mayor polarización social y el que más refugiados tiene en Latinoamérica.


Un posible aliado que Duque buscaría para la segunda vuelta sería al ex vicepresidente del mandatario Juan Manuel Santos, Germán Vargas Lleras, quien sobrepasó el 7%. Con él hay una fuerte diferencia en cuanto al proceso de paz pues el uribismo siempre lo rechazó mientras que para Santos, Vargas Lleras y el resto de los candidatos éste permitió que estas fuesen las primeras presidenciales en las cuales las FARC iban a las urnas y no estaban alzados en armas. Lo que Duque va a buscar en generar una gran alianza contra el “cuco” del castro-chavismo.


Petro no tiene ninguna posibilidad de repetir el modelo venezolano porque abiertamente lo rechaza y porque, incluso de querer dar pasos en esa dirección, va a tener la oposición de las FFAA latinoamericanas que más han batallado contra insurgentes de izquierda, el paramilitarismo y un congreso dominado por la derecha.

¿La izquierda podría ganar la presidencia colombiana?

Nunca antes un izquierdista ha llegado a aglutinar a un cuarto de los votantes en el país
Isaac Bigio
martes, 29 de mayo de 2018, 06:39 h (CET)

En las elecciones del domingo 27 se clasificaron dos candidatos para competir en la ronda final del 17 de junio. El representante de la derecha dura, Iván Duque, obtuvo un 39% de los votos emitidos frente al 25% que sacó Gustavo Petro de la izquierda moderada.


Colombia ha sido tradicionalmente el país más neo-liberal de Sudamérica y allí nunca antes un izquierdista ha llegado a aglutinar a un cuarto de los votantes o llegar al balotaje.


Las posibilidades que Petro pudiese ser el nuevo mandatario colombiano parecerían lejanas, pues él quedó 14 puntos debajo del triunfador de la primera vuelta y porque contra él hay una campaña que busca estigmatizarlo como un ex guerrillero que sigue aferrado alcuco del “castro-chavismo”.


Además, él raspadamente llegó a la segunda ronda pues apenas sobreasó por un 1.2% al centrista Sergio Fajardo quien no logró clasificarse al haberse presentado de manera separada del liberal De La Calle quien consiguió un 2%.

Sin embargo, algo que beneficia a Petro es que él no se encuentra estigmatizado por Fajardo o La Calle, quienes comparten con él muchos puntos en común como su prédica anticorrupción y su defensa del proceso de paz, el cual ha sido siempre cuestionado por el ex mandatario Álvaro Uribe y su delfín Duque.


Petro ha hecho todo lo posible por demarcarse de su pasado guerrillero, de deslindarse de cualquier referencia al socialismo, al antiimperialismo o a nacionalizaciones, y ha llegado incluso a acusar a Maduro de ser un “dictador”. Él no levanta banderas rojas sino multicolores y sostiene que su ideología es “humanista” y no marxista. Su ejemplo es el ex guerrillero uruguayo “pepe” Mujica quien hizo un gobierno moderado en Uruguay.


Lo más radical que tiene el programa de Petro es buscar extender los servicios de salud y educación gratuitos en Colombia, uno de los países con la mayor polarización social y el que más refugiados tiene en Latinoamérica.


Un posible aliado que Duque buscaría para la segunda vuelta sería al ex vicepresidente del mandatario Juan Manuel Santos, Germán Vargas Lleras, quien sobrepasó el 7%. Con él hay una fuerte diferencia en cuanto al proceso de paz pues el uribismo siempre lo rechazó mientras que para Santos, Vargas Lleras y el resto de los candidatos éste permitió que estas fuesen las primeras presidenciales en las cuales las FARC iban a las urnas y no estaban alzados en armas. Lo que Duque va a buscar en generar una gran alianza contra el “cuco” del castro-chavismo.


Petro no tiene ninguna posibilidad de repetir el modelo venezolano porque abiertamente lo rechaza y porque, incluso de querer dar pasos en esa dirección, va a tener la oposición de las FFAA latinoamericanas que más han batallado contra insurgentes de izquierda, el paramilitarismo y un congreso dominado por la derecha.

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