Propietarios, militares y proletarios precarizados. Este es el orden descendente en el que se expresa el poder y la dominación de los que imponen el neoliberalismo. Esta religión instituida por las potencias occidentales después de la caída del Muro de Berlín.
Los esclavos modernos son utilizados y desechados, explotados y humillados, según las necesidades del mercado. Ese mercado en el que se ocultan los amos para escapar a todos los controles políticos, policiales y gubernamentales, y que evolucionan de acuerdo con el orden económico, que solo respeta sus propias leyes. Apátridas, que muchas veces se las dan de patriotas, o cosmopolitas que adoptan vías que resultan invisibles.
