Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas al director
V. Rodríguez, Zaragoza

Carta de amor de un poeta mapuche a su pueblo

|

”¡Marichiweu! (cien veces venceremos). Mientras escribo estas líneas, pienso en ti. Pienso en todos los que formarán el ejército que aún no hemos configurado. Y en medio de esa promesa revolucionaria, pienso en mí. No es la primera vez que escribo versos, ni amo hoy por primera vez.


No vienen mis pies limpios levantando la estatura que amas, ni están vacías las manos que aprisionan tu cara interrogante. Mi cuerpo está lleno de heridas y mi boca ardiendo aún de otros besos y de mil sonrisas. No he vivido un siglo sino mil; toda la historia me ha llevado ante tus ojos.


La ternura que reflejas cuando te amo, cuando construyo la distancia que te unirá a otro nivel con tus compañeros, no nació sino como el rocío aparece de pronto una mañana: imperceptible, trémulo, sorpresivo... Pero es la humedad condensada de todas las aguas, de todos los ríos, los mares las cascadas y las lágrimas. No amo tus ojos tiernos sino porque veo en ellos la soledad que se diluye, el dolor que se supera, el temor que se doblega. No amo tu cuerpo sino porque reconozco en él una limitación vencida. No lo amo donde está, sino donde estará.


Cuando no le basten los escasos centímetros que nos unen y separan y quiera poner entre nosotros toda la tierra, todas las luchas, todas las huellas, toda la historia. Y quiero, deseo, amo, ansío, necesito ver lo que muestras, pueblo mapuche..." Me ha emocionado esta prosa poética de Carlos Sepulvedá y con su permiso, quiero compartirlo con todos vosotros.

Carta de amor de un poeta mapuche a su pueblo

V. Rodríguez, Zaragoza
Redacción
sábado, 14 de abril de 2018, 09:37 h (CET)

”¡Marichiweu! (cien veces venceremos). Mientras escribo estas líneas, pienso en ti. Pienso en todos los que formarán el ejército que aún no hemos configurado. Y en medio de esa promesa revolucionaria, pienso en mí. No es la primera vez que escribo versos, ni amo hoy por primera vez.


No vienen mis pies limpios levantando la estatura que amas, ni están vacías las manos que aprisionan tu cara interrogante. Mi cuerpo está lleno de heridas y mi boca ardiendo aún de otros besos y de mil sonrisas. No he vivido un siglo sino mil; toda la historia me ha llevado ante tus ojos.


La ternura que reflejas cuando te amo, cuando construyo la distancia que te unirá a otro nivel con tus compañeros, no nació sino como el rocío aparece de pronto una mañana: imperceptible, trémulo, sorpresivo... Pero es la humedad condensada de todas las aguas, de todos los ríos, los mares las cascadas y las lágrimas. No amo tus ojos tiernos sino porque veo en ellos la soledad que se diluye, el dolor que se supera, el temor que se doblega. No amo tu cuerpo sino porque reconozco en él una limitación vencida. No lo amo donde está, sino donde estará.


Cuando no le basten los escasos centímetros que nos unen y separan y quiera poner entre nosotros toda la tierra, todas las luchas, todas las huellas, toda la historia. Y quiero, deseo, amo, ansío, necesito ver lo que muestras, pueblo mapuche..." Me ha emocionado esta prosa poética de Carlos Sepulvedá y con su permiso, quiero compartirlo con todos vosotros.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto