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Opinión
Etiquetas | Hablemos sin tapujos | Política | PP
El Gobierno se expone a que la actividad propagandística, en el extranjero, de los separatistas les permita sacar fruto, si no se toman medidas para contrarrestarla

Dar cancha al adversario es exponerse al fracaso

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Puede que el señor Rajoy no pueda imaginarse que está empezando a perder su batalla del Estado en contra del separatismo catalán. Es incluso posible de que se imagine que sin hacer nada, sin tomar riesgos o limitándose a esperar pacíficamente que los alemanes se pronuncien sobre la posibilidad de conceder la extradición del señor Puigdemont a España; simplemente, como ha dicho la señora vicepresidenta Sáez de Santamaría, anunciando que se va a acatar la resolución de los tribunales alemanes, sea la que sea lo que decidan; esté convencido de que, con ello, tiene salvada la responsabilidad de su Gobierno en el caso de que, los alemanes, con la colaboración de los abogados del señor Puigdemont y el apoyo de los periódicos extranjeros que han decidido hacer causa común con los separatistas catalanes (seguramente por estimar que su campaña internacional acusando al gobierno español de actuar ilegalmente y violando los derechos políticos de los directivos secesionistas, el señor Rajoy y su ejecutivo no han hecho otra cosa que actuar ilegalmente y, por supuesto, antidemocráticamente), decidieran denegar la extradición solicitada.


¿Qué está esperando el gobierno del PP para contraatacar, para mostrar firmeza y plena convicción de que, un intento de romper la integridad de un país es algo que no iba a consentir ninguno de los países importantes de la UE, por mucho que se intentara camuflar bajo la piel de cordero del inexacto argumento de que el pueblo catalán, todo él, les sigue apoyando? Es obvio que el actual gobierno está perdiendo una a una toda las batallas emprendidas, empezando por sus garrafales errores en los temas de corrupción que les vienen llegando un día sí y otro también, sin que tampoco hayan conseguido salvar de esta hecatombe a la señora presidenta de la comunidad Madrileña, Cristina Cifuentes, atrapada en una de los errores más pueriles e innecesarios, no obstante de gravedad suma, como ha sido la denuncia de que se hicieron trampas en la expedición de un título de un máster, dando por aprobadas dos asignaturas que, al parecer no estaban superadas o, al menos, esto es de lo que se la acusa.


No es una, ni dos ni tres, son ya una cantidad importante las encuestas que se vienen realizando sobre la intención de voto en España, aunque, en teoría, todavía falta mucho tiempo para que termine la actual legislatura, si sólo se tiene en cuenta el tiempo transcurrido desde que comenzó esta última pero, si tomamos en consideración la situación minoritaria del Gobierno, el deterioro de sus relaciones con su máximo apoyo, los seguidores del señor Rivera, Ciudadanos, y la laxitud con la que siguen enfocando el gravísimo tema de la insurrección nacionalista catalana, los primeros signos de apoyo claro de los vascos a las reclamaciones catalanas y algunos signos de que, ciertos sectores de la sociedad catalana y de otros colectivos de izquierdas peninsulares, parecen dispuestos a sacar beneficios mostrándose favorables a que, el Gobierno, empiece a tener conversaciones con los sediciosos, nos convence, cada vez más, de que esta política de espera, de apaciguamiento, de estar a la defensiva, de no actuar con más energía en Cataluña y de evitar ponerles coto a los medios de información de Cataluña, que han seguido su campaña en favor de los separatistas, sin el menor pudor y con total indemnidad, de modo que se han ido reforzando y ampliando sus críticas contra las posturas gubernamentales a las que acusan de antidemocráticas, agresivas y opresoras, cuando la realidad es que los únicos que siguen en una actitud claramente insurrecta y contraria a las normas constitucionales, son las instituciones catalanas, claramente partidarias de todos los que han ingresado en prisión por sus conductas delictivas que nada tienen que ver con sus ideas políticas y sí, mucho, con las maquinaciones que solapadamente estuvieron llevan a cabo para conseguir sus propósitos delictivos el mayor de los cuales y el más castigado, el conseguir la separación de un pedazo de España para proclamar su independencia.


En realidad la mudez y las pocas explicaciones, aclaraciones o justificaciones que han salido del Ejecutivo español son las grandes culpables de que un cierto clima antiespañol se vaya empezando a producir en el extranjero y haya dado lugar a interpretaciones poco favorables a la reclamación de extradición formulada por el juez P. Llarena por muy bien documentada que esté y por muy argumentada y justificada desde el punto de vista legal de la que haya sido dotada. Parece que nuestros gobernante no sean capaces de explicar que, en Cataluña, una parte importante de la población (un 53%) votó a partidos constitucionalistas y que todos los acuerdos tomados en el Parlament catalán lo han sido violando los derechos de las minorías y prescindiendo de lo establecido en el mismo reglamento de la institución o el Estatut, amén de que, muchos de ellos, lo fueron en contra del parecer de los propios juristas, que así se lo hicieron saber a los recalcitrantes miembros del Parlament que, a pesar de todo, quisieron llevar a cabo sus votaciones fraudulentas.


Es curioso que, a medida que las sucesivas encuestas van reduciendo el apoyo de los ciudadanos al PP del señor Rajoy, más empecinados se muestren en seguir practicando una política a la defensiva, cuando es evidente que la mayoría de los que van abandonando el partido lo hacen para irse a Ciudadanos que, por el contrario, muestra un imparable ascenso hacia la situación de partido más votado en España, con una mejora de 10 puntos respecto a la anterior encuesta que se llevó a cabo. Lo hemos dicho en numerosas ocasiones y lo volveremos a repetir: ha llegado el momento en el que el señor Rajoy de un paso al lado para dejar paso a alguna persona de su partido (ninguno del gobierno que le acompaña) de forma que vuelvan caras nuevas que no hayan participado en el derrumbe del partido y que sean capaces de recobrar, sin miedos ni remilgos, los valores y los objetivos del partido del señor Aznar. Existe una formación que, entre sus objetivos, se puede decir que sigue la estela del partido de Fraga Iribarne y que, en la mayoría de sus propuestas, todos o casi todos los que han abandonado al PP, seguramente se sentirían representados. Aunque es evidente la buena fe y preparación de sus actuales directivos, especialmente del señor Santiago Abascal, evidentemente un personaje de valía y con los arrestos necesarios para afrontar el cambio, sin embargo, está falto de los apoyos de personas importantes y anteriores directivos del PP, que animarían a los que abandonan el partido, a fichar por VOX y emprender, junto a una nueva directiva compuesta de personas preparadas y de valía, limpios de connotaciones con temas presuntamente delictivos, sometidos a los tribunales, que pudieran perjudicarlos y lo que es peor, dañar el buen nombre del propio partido.


Lo que es cierto es que, aun suponiendo que el señor Rajoy consiguiera aguantarse en el gobierno, sin verse obligado a convocar nuevas elecciones, hasta la finalización de la legislación; de lo que no hay duda es de que su partido, el PP, llegaría a los nuevos comicios en una situación lo suficientemente precaria y debilitado de modo que, difícilmente, estaría en condiciones de conseguir ser el más votado; lo que lo condenaría, en el mejor caso, a formar coalición con Ciudadanos que, si no se tuerce el camino que han emprendido, serán los que tendrán más opciones a conseguir hacerse con el gobierno. Hay algo que no se puede dejar de considerar, los de Podemos, que durante las anteriores encuestas iban perdiendo votantes, algo que auspiciaba que podrían llegar descalabrados a las próximas votaciones, en esta última encuesta del diario El Mundo, parece que han recuperado tres puntos, seguramente a costa de lo que vienen perdiendo los socialistas del señor P.Sánchez, que también parecen haber perdido el norte y no se entienden entre ellos debido a las actitudes dictatoriales de su actual secretario general que, en su búsqueda de conservar el poder, intenta construir una PSOE a su medida, dándole una orientación asamblearia con la intención de restarles poder a los actuales barones que no parecen dispuestos a ser ninguneados.


El peligro de estas batalla internas y sordas que se están desarrollando dentro del PSOE, está en que en la lucha por conservar a sus votantes, cada vez le obligan a tirarse más hacia la izquierda debido a que, la parte de centro izquierda que tenía reservada frente al centroderecha de Rajoy, hoy en día le ha sido usurpada por Ciudadanos que, ahora, se viene nutriendo de los abandonos del PP pero, aunque en menor medida, por los desertores del partido socialista. Lo malo del caso es que a su izquierda tiene a Podemos y lo que quede de IU, que no parecen dispuestos a dejarse achantar y, en especial, su actual mandamás el señor Pablo Iglesias (dicen que será el futuro papá de dos mellizos de su compañera Irene Montero) que también se enfrenta a luchas internas por el poder y con dificultad para que, los grupos que se asociaron con él, para formar la coalición Podemos, no es seguro que se presten a repetir experiencia para los próximos comicios. Sin embargo, lo que puede ser una lucha sin cuartel para ver cuál de los dos sale vencedor de su enfrentamiento, puede tener otro relato si, como ya parecen querer intentar los dirigentes de ambos partidos, se llegaran a entender para presentarse juntos ( algo que no parece que llegue a producirse) o, y esto ya resulta más verosímil, si consiguieran los escaños necesarios, intentaran conseguir el apoyo de nacionalistas y del resto de partidos de izquierdas para, si estuvieran en condiciones, hacerse con el Gobierno de España.


O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadanos de a pie, si las cosas no cambian y siguen tal como en estos momentos se encuentran los distintos partidos políticos nacionales, empezando por la falta de acuerdo para la aprobación de los PGE y sus previsibles consecuencias si llegara el caso de que los del 2019 tampoco se llegaran a aprobar, que nos encontráramos ante una situación inédita que, aparte de constituir un verdadero problema para la financiación autonómica, seguramente nos pondría en evidencia ante toda Europa que, con toda probabilidad nos situaría entre la espada y la pared si fuera necesario solucionarla con rapidez y sentido común. Cuando se activó el artº 155 de la Constitución española, después de que previamente hubiera un serio rifirrafe entre los distintos partidos reacios a su implantación; pensamos que, pese a las quejas y oposición de las autoridades catalanas, serviría para tapar las voces de aquellos que, desde todos los medios de comunicación, comoTV3, Cataluña Radio y periódicos como Avui o la misma La Vanguardia, que juega a despistar pero tiene a la mayoría de sus columnistas que desarrollan a través de las páginas del periódica una labor de propaganda en favor del separatismo catalán, lo que implica continuos ataques al Gobierno del país al que acusan de ser el instigador de una supuesta “represión en contra de los catalanes” que, al menos hasta este momento, no ha tenido lugar más que en las calenturientas mentes de quienes saben que, gracias a que el gobierno Central sigue retenido por sus complejos, ellos pueden seguir desbarrando a gusto en contra de quienes intentan pararles en su camino hacia la independencia. Una delicada y muy compleja madeja de despropósitos que, si el Gobierno no acierta a desenmarañar, es muy posible que la situación de toda España se agrave.

Dar cancha al adversario es exponerse al fracaso

El Gobierno se expone a que la actividad propagandística, en el extranjero, de los separatistas les permita sacar fruto, si no se toman medidas para contrarrestarla
Miguel Massanet
lunes, 2 de abril de 2018, 08:27 h (CET)

Puede que el señor Rajoy no pueda imaginarse que está empezando a perder su batalla del Estado en contra del separatismo catalán. Es incluso posible de que se imagine que sin hacer nada, sin tomar riesgos o limitándose a esperar pacíficamente que los alemanes se pronuncien sobre la posibilidad de conceder la extradición del señor Puigdemont a España; simplemente, como ha dicho la señora vicepresidenta Sáez de Santamaría, anunciando que se va a acatar la resolución de los tribunales alemanes, sea la que sea lo que decidan; esté convencido de que, con ello, tiene salvada la responsabilidad de su Gobierno en el caso de que, los alemanes, con la colaboración de los abogados del señor Puigdemont y el apoyo de los periódicos extranjeros que han decidido hacer causa común con los separatistas catalanes (seguramente por estimar que su campaña internacional acusando al gobierno español de actuar ilegalmente y violando los derechos políticos de los directivos secesionistas, el señor Rajoy y su ejecutivo no han hecho otra cosa que actuar ilegalmente y, por supuesto, antidemocráticamente), decidieran denegar la extradición solicitada.


¿Qué está esperando el gobierno del PP para contraatacar, para mostrar firmeza y plena convicción de que, un intento de romper la integridad de un país es algo que no iba a consentir ninguno de los países importantes de la UE, por mucho que se intentara camuflar bajo la piel de cordero del inexacto argumento de que el pueblo catalán, todo él, les sigue apoyando? Es obvio que el actual gobierno está perdiendo una a una toda las batallas emprendidas, empezando por sus garrafales errores en los temas de corrupción que les vienen llegando un día sí y otro también, sin que tampoco hayan conseguido salvar de esta hecatombe a la señora presidenta de la comunidad Madrileña, Cristina Cifuentes, atrapada en una de los errores más pueriles e innecesarios, no obstante de gravedad suma, como ha sido la denuncia de que se hicieron trampas en la expedición de un título de un máster, dando por aprobadas dos asignaturas que, al parecer no estaban superadas o, al menos, esto es de lo que se la acusa.


No es una, ni dos ni tres, son ya una cantidad importante las encuestas que se vienen realizando sobre la intención de voto en España, aunque, en teoría, todavía falta mucho tiempo para que termine la actual legislatura, si sólo se tiene en cuenta el tiempo transcurrido desde que comenzó esta última pero, si tomamos en consideración la situación minoritaria del Gobierno, el deterioro de sus relaciones con su máximo apoyo, los seguidores del señor Rivera, Ciudadanos, y la laxitud con la que siguen enfocando el gravísimo tema de la insurrección nacionalista catalana, los primeros signos de apoyo claro de los vascos a las reclamaciones catalanas y algunos signos de que, ciertos sectores de la sociedad catalana y de otros colectivos de izquierdas peninsulares, parecen dispuestos a sacar beneficios mostrándose favorables a que, el Gobierno, empiece a tener conversaciones con los sediciosos, nos convence, cada vez más, de que esta política de espera, de apaciguamiento, de estar a la defensiva, de no actuar con más energía en Cataluña y de evitar ponerles coto a los medios de información de Cataluña, que han seguido su campaña en favor de los separatistas, sin el menor pudor y con total indemnidad, de modo que se han ido reforzando y ampliando sus críticas contra las posturas gubernamentales a las que acusan de antidemocráticas, agresivas y opresoras, cuando la realidad es que los únicos que siguen en una actitud claramente insurrecta y contraria a las normas constitucionales, son las instituciones catalanas, claramente partidarias de todos los que han ingresado en prisión por sus conductas delictivas que nada tienen que ver con sus ideas políticas y sí, mucho, con las maquinaciones que solapadamente estuvieron llevan a cabo para conseguir sus propósitos delictivos el mayor de los cuales y el más castigado, el conseguir la separación de un pedazo de España para proclamar su independencia.


En realidad la mudez y las pocas explicaciones, aclaraciones o justificaciones que han salido del Ejecutivo español son las grandes culpables de que un cierto clima antiespañol se vaya empezando a producir en el extranjero y haya dado lugar a interpretaciones poco favorables a la reclamación de extradición formulada por el juez P. Llarena por muy bien documentada que esté y por muy argumentada y justificada desde el punto de vista legal de la que haya sido dotada. Parece que nuestros gobernante no sean capaces de explicar que, en Cataluña, una parte importante de la población (un 53%) votó a partidos constitucionalistas y que todos los acuerdos tomados en el Parlament catalán lo han sido violando los derechos de las minorías y prescindiendo de lo establecido en el mismo reglamento de la institución o el Estatut, amén de que, muchos de ellos, lo fueron en contra del parecer de los propios juristas, que así se lo hicieron saber a los recalcitrantes miembros del Parlament que, a pesar de todo, quisieron llevar a cabo sus votaciones fraudulentas.


Es curioso que, a medida que las sucesivas encuestas van reduciendo el apoyo de los ciudadanos al PP del señor Rajoy, más empecinados se muestren en seguir practicando una política a la defensiva, cuando es evidente que la mayoría de los que van abandonando el partido lo hacen para irse a Ciudadanos que, por el contrario, muestra un imparable ascenso hacia la situación de partido más votado en España, con una mejora de 10 puntos respecto a la anterior encuesta que se llevó a cabo. Lo hemos dicho en numerosas ocasiones y lo volveremos a repetir: ha llegado el momento en el que el señor Rajoy de un paso al lado para dejar paso a alguna persona de su partido (ninguno del gobierno que le acompaña) de forma que vuelvan caras nuevas que no hayan participado en el derrumbe del partido y que sean capaces de recobrar, sin miedos ni remilgos, los valores y los objetivos del partido del señor Aznar. Existe una formación que, entre sus objetivos, se puede decir que sigue la estela del partido de Fraga Iribarne y que, en la mayoría de sus propuestas, todos o casi todos los que han abandonado al PP, seguramente se sentirían representados. Aunque es evidente la buena fe y preparación de sus actuales directivos, especialmente del señor Santiago Abascal, evidentemente un personaje de valía y con los arrestos necesarios para afrontar el cambio, sin embargo, está falto de los apoyos de personas importantes y anteriores directivos del PP, que animarían a los que abandonan el partido, a fichar por VOX y emprender, junto a una nueva directiva compuesta de personas preparadas y de valía, limpios de connotaciones con temas presuntamente delictivos, sometidos a los tribunales, que pudieran perjudicarlos y lo que es peor, dañar el buen nombre del propio partido.


Lo que es cierto es que, aun suponiendo que el señor Rajoy consiguiera aguantarse en el gobierno, sin verse obligado a convocar nuevas elecciones, hasta la finalización de la legislación; de lo que no hay duda es de que su partido, el PP, llegaría a los nuevos comicios en una situación lo suficientemente precaria y debilitado de modo que, difícilmente, estaría en condiciones de conseguir ser el más votado; lo que lo condenaría, en el mejor caso, a formar coalición con Ciudadanos que, si no se tuerce el camino que han emprendido, serán los que tendrán más opciones a conseguir hacerse con el gobierno. Hay algo que no se puede dejar de considerar, los de Podemos, que durante las anteriores encuestas iban perdiendo votantes, algo que auspiciaba que podrían llegar descalabrados a las próximas votaciones, en esta última encuesta del diario El Mundo, parece que han recuperado tres puntos, seguramente a costa de lo que vienen perdiendo los socialistas del señor P.Sánchez, que también parecen haber perdido el norte y no se entienden entre ellos debido a las actitudes dictatoriales de su actual secretario general que, en su búsqueda de conservar el poder, intenta construir una PSOE a su medida, dándole una orientación asamblearia con la intención de restarles poder a los actuales barones que no parecen dispuestos a ser ninguneados.


El peligro de estas batalla internas y sordas que se están desarrollando dentro del PSOE, está en que en la lucha por conservar a sus votantes, cada vez le obligan a tirarse más hacia la izquierda debido a que, la parte de centro izquierda que tenía reservada frente al centroderecha de Rajoy, hoy en día le ha sido usurpada por Ciudadanos que, ahora, se viene nutriendo de los abandonos del PP pero, aunque en menor medida, por los desertores del partido socialista. Lo malo del caso es que a su izquierda tiene a Podemos y lo que quede de IU, que no parecen dispuestos a dejarse achantar y, en especial, su actual mandamás el señor Pablo Iglesias (dicen que será el futuro papá de dos mellizos de su compañera Irene Montero) que también se enfrenta a luchas internas por el poder y con dificultad para que, los grupos que se asociaron con él, para formar la coalición Podemos, no es seguro que se presten a repetir experiencia para los próximos comicios. Sin embargo, lo que puede ser una lucha sin cuartel para ver cuál de los dos sale vencedor de su enfrentamiento, puede tener otro relato si, como ya parecen querer intentar los dirigentes de ambos partidos, se llegaran a entender para presentarse juntos ( algo que no parece que llegue a producirse) o, y esto ya resulta más verosímil, si consiguieran los escaños necesarios, intentaran conseguir el apoyo de nacionalistas y del resto de partidos de izquierdas para, si estuvieran en condiciones, hacerse con el Gobierno de España.


O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadanos de a pie, si las cosas no cambian y siguen tal como en estos momentos se encuentran los distintos partidos políticos nacionales, empezando por la falta de acuerdo para la aprobación de los PGE y sus previsibles consecuencias si llegara el caso de que los del 2019 tampoco se llegaran a aprobar, que nos encontráramos ante una situación inédita que, aparte de constituir un verdadero problema para la financiación autonómica, seguramente nos pondría en evidencia ante toda Europa que, con toda probabilidad nos situaría entre la espada y la pared si fuera necesario solucionarla con rapidez y sentido común. Cuando se activó el artº 155 de la Constitución española, después de que previamente hubiera un serio rifirrafe entre los distintos partidos reacios a su implantación; pensamos que, pese a las quejas y oposición de las autoridades catalanas, serviría para tapar las voces de aquellos que, desde todos los medios de comunicación, comoTV3, Cataluña Radio y periódicos como Avui o la misma La Vanguardia, que juega a despistar pero tiene a la mayoría de sus columnistas que desarrollan a través de las páginas del periódica una labor de propaganda en favor del separatismo catalán, lo que implica continuos ataques al Gobierno del país al que acusan de ser el instigador de una supuesta “represión en contra de los catalanes” que, al menos hasta este momento, no ha tenido lugar más que en las calenturientas mentes de quienes saben que, gracias a que el gobierno Central sigue retenido por sus complejos, ellos pueden seguir desbarrando a gusto en contra de quienes intentan pararles en su camino hacia la independencia. Una delicada y muy compleja madeja de despropósitos que, si el Gobierno no acierta a desenmarañar, es muy posible que la situación de toda España se agrave.

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