Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas al director
P. García, Girona

El individualismo

|

El individualismo puede generar alienación (pérdida de identidad) y aburrimiento (permanencia en lo mismo). Algunos individualistas desengañados, tras tocar fondo, intentan romper con esa actitud, pero no lo tienen fácil. Una viñeta humorística de David Bomy lo expresa así: “He iniciado un tratamiento de desintoxicación de mí mismo”.

Paradójicamente, la conducta individualista suele tener un origen social: es la sociedad misma la que se ha vuelto individualista, dando primacía a las opciones individuales frente a las normas sociales.

Para una mejor comprensión del actual individualismo es útil recordar que el advenimiento del posmodernismo como movimiento cultural del siglo XX generó una crisis de la razón, que fue desplazada por el deseo y la apetencia. Lo consistente fue sustituido por lo banal y el altruismo fue suplantado por un nuevo individualismo.

En su obra El imperio de lo efímero (1987) Gilles Lipovesky describe al “narciso” individualista. Señala que está dotado de un optimismo superficial y polarizado en el tiempo presente, hasta el punto de que vive olvidado del pasado y despreocupado del futuro. Daniel Innerarity lo llama “instantaneismo huérfano de memoria y de proyecto”.

La mentalidad individualista suscitó en la sociedad (principalmente en la norteamericana) “un nuevo estilo de vida”: la llamada “moral de la tolerancia”. El life-style justifica cualquier “debilidad” del ser humano, proporcionándole comprensión ilimitada (coartada) para todo tipo de comportamientos.

La nueva “moral” establece que cualquier cosa que yo haga es buena porque la deseo hacer. Lo que le da garantía de bondad es que emana libremente de mi deseo; por ese simple hecho queda justificada en sí misma, sin que sea necesario contrastarla con una norma moral objetiva. La nueva norma es la ausencia de toda norma.

Los adolescentes y jóvenes atrapados en el presentismo se acostumbran al ritmo delo fugaz; sólo disfrutan con lo cambiante y lo novedoso. Esto les hace inconstantes e impacientes, lo que dificulta las relaciones interpersonales.

¿Se puede prevenir el individualismo con una educación anticipatoria? Creo que de algún modo sí, especialmente en el ámbito familiar, que es donde la convivencia es más intensa y continuada. Sugiero hacer algunas cosas juntos desde las primeras edades, como, por ejemplo, jugar, leer y estudiar. La experiencia de alcanzar metas gracias al apoyo mutuo será una buena referencia para el futuro trabajo en equipo.

Lo esencial es fomentar la relación de persona a persona y la disposición para el mutuo encuentro, como expresión del amor familiar.

El individualismo

P. García, Girona
Lectores
viernes, 23 de marzo de 2018, 11:56 h (CET)
El individualismo puede generar alienación (pérdida de identidad) y aburrimiento (permanencia en lo mismo). Algunos individualistas desengañados, tras tocar fondo, intentan romper con esa actitud, pero no lo tienen fácil. Una viñeta humorística de David Bomy lo expresa así: “He iniciado un tratamiento de desintoxicación de mí mismo”.

Paradójicamente, la conducta individualista suele tener un origen social: es la sociedad misma la que se ha vuelto individualista, dando primacía a las opciones individuales frente a las normas sociales.

Para una mejor comprensión del actual individualismo es útil recordar que el advenimiento del posmodernismo como movimiento cultural del siglo XX generó una crisis de la razón, que fue desplazada por el deseo y la apetencia. Lo consistente fue sustituido por lo banal y el altruismo fue suplantado por un nuevo individualismo.

En su obra El imperio de lo efímero (1987) Gilles Lipovesky describe al “narciso” individualista. Señala que está dotado de un optimismo superficial y polarizado en el tiempo presente, hasta el punto de que vive olvidado del pasado y despreocupado del futuro. Daniel Innerarity lo llama “instantaneismo huérfano de memoria y de proyecto”.

La mentalidad individualista suscitó en la sociedad (principalmente en la norteamericana) “un nuevo estilo de vida”: la llamada “moral de la tolerancia”. El life-style justifica cualquier “debilidad” del ser humano, proporcionándole comprensión ilimitada (coartada) para todo tipo de comportamientos.

La nueva “moral” establece que cualquier cosa que yo haga es buena porque la deseo hacer. Lo que le da garantía de bondad es que emana libremente de mi deseo; por ese simple hecho queda justificada en sí misma, sin que sea necesario contrastarla con una norma moral objetiva. La nueva norma es la ausencia de toda norma.

Los adolescentes y jóvenes atrapados en el presentismo se acostumbran al ritmo delo fugaz; sólo disfrutan con lo cambiante y lo novedoso. Esto les hace inconstantes e impacientes, lo que dificulta las relaciones interpersonales.

¿Se puede prevenir el individualismo con una educación anticipatoria? Creo que de algún modo sí, especialmente en el ámbito familiar, que es donde la convivencia es más intensa y continuada. Sugiero hacer algunas cosas juntos desde las primeras edades, como, por ejemplo, jugar, leer y estudiar. La experiencia de alcanzar metas gracias al apoyo mutuo será una buena referencia para el futuro trabajo en equipo.

Lo esencial es fomentar la relación de persona a persona y la disposición para el mutuo encuentro, como expresión del amor familiar.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto