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Opinión
Etiquetas | Rodrigo Rato | Guindos | Bankia
Sólo la puntita, sin entrar en concreciones

Rato, De Guindos y la puntita nada más

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En relación con Bankia, se ha sostenido, y nadie ha desmentido, que el Gobierno, siendo De Guindos ministro de Economía y Competitividad, dio más dinero al grupo Banco Financiero de Ahorros-Bankia del que se necesitaba para sanear una entidad que Rodrigo Rato había ofrecido sanear por 12.000 millones de euros menos


Desde que dimitiera Rato de la presidencia de Banco Financiero de Ahorros (BFA) y Bankia, el 7 de mayo de 2012, se esperaba que hiciera lo que acaba de hacer: Exponer sus razones. Como ha hecho con su artículo EL DINERO DE BANKIA publicado el 16 de marzo pasado en La Razón. Cinco años después, Rato acaba de publicar que “La actual dirección (de Bankia) había solicitado fondos en exceso, indudablemente beneficiosos para garantizar el éxito de su gestión, pero en ningún sentido necesarios para cumplir con los requerimientos de capital, ni con el saneamiento exigidos por el supervisor. Cuestión delicada tratándose de fondos públicos”


Para entender lo apuntado, conviene repasar la situación en BFA-Bankia cuando se produjo la dimisión/sustitución de Rato. Por aquel entonces, había en marcha un Plan de Saneamiento, o Plan de Capitalización, que tenía forma en dos documentos que se complementaban entre sí: El Plan de Actuación; y la Actualización del Plan Estratégico, que existía en BFA-Bankia y conocía el BdE (lo aprobó la Comisión Ejecutiva del BdE el 17-4-2012 “por considerar que las palancas incluidas en el mismo en el plan de actuaciones para la reestructuración societaria del grupo y en el resto de las medidas implementadas para dinamizar su negocio y moderar su estructura de costes deberían ser suficientes para el cumplimiento de los requerimientos fijados en el Real Decreto 2/2012”). Lo propuesto era lo que Rato llamó “desmontaje parcial de BFA” trasfiriendo parte de los activos y pasivos del BFA a Bankia hasta reducir el balance de 51.000 a 30.000 millones de euros. Pero, el entorno económico se deterioraba y aconsejaba sanear el grupo BFA-Bankia. En ese contexto, se producía un cambio en la titularidad, ya que Bankia aumentaba su participación en BFA; y era una oportunidad para modificar/actualizar el Plan Estratégico, mejorar la eficiencia en la gestión y reducir costes. Para conseguir esa actualización, el 4-5-2012 (17 días después de haber sido aceptado el anterior) se envió al Ministerio de Economía y al BdE un “Plan de Desinversión, Saneamiento y Mejora del margen” con un triple objetivo: Reducir el balance en 40.000 millones de euros en tres años. Anticipar las pérdidas supuestas para el futuro (8.500 millones de euros) para dar cobertura a los activos dudosos. Y reducir lo utilizado en los mercados mayoristas (de 106.000 a 65.000 millones de euros en tres años). Para hacer viable ese Plan (de Desinversión, Saneamiento y Mejora del Margen) se solicitó una “línea adicional de préstamo al FROB-3 de 7.000 millones de euros. Pero el Plan no fue aprobado, según dijo Rato ante la Subcomisión del FROB en el Congreso de los Diputados: “A pesar de un intenso intercambio de opiniones, en el que fuimos incorporando todas las sugerencias que el ministerio y el banco nos hicieron, este plan nunca fue aprobado”.


¿Qué pasó para que Rato abandonara el 7 de mayo? Si se presentó el viernes 4 de mayo y la dimisión de produjo el lunes 7, hay que convenir que algo debió ocurrir ese fin de semana. Hay 2 fuentes que dan el mismo motivo: Rato, que declaró al diario El Mundo “...para que no se entienda que las eventuales ayudas públicas han sido decididas para favorecer a una persona ligada al PP”. Y en el libro MORDER LA BALA, de Lucía Méndez. en que se menciona una cena común de Luis de Guindos y Rato, en la noche del 6 al 7, en la que el ministro justificó la salida de Rato por un motivo: “Contigo en la Presidencia de Bankia no tenemos nada que hacer, los mercados se nos comerán vivos”.


Eso es lo conocido. Y hasta ahora bastaba para compararlo con la propuesta que hizo el nuevo equipo de Bankia que encabezaba Goirigolzarri. En resumidas cuentas: Rato proponía solucionar el problema con un crédito, procedente del FROB y a devolver, de 7.000 millones de euros, aceptando lo que planteaban el Gobierno y el BdE. Y Goirigolzarri solicitaba, del mismo FROB, 19.000 millones de euros. Es decir, 12.000 millones de euros más.


Pero ahora, Rato hace unas aportaciones que merecen reseñarse: Se han gastado 12.000 millones de euros que no eran necesarios para cumplir con los requerimientos de capital ni con los saneamientos exigidos por el BdE. Los 19.000 millones solicitados por Goirigolzarri, y concedidos, iban acompañados de la amenaza de dimitir. Se vincula la ayuda concedida a la gestión con la salida a bolsa de Bankia. Se obligó a reducir capital, en perjuicio de los accionistas iniciales a los que el Tribunal Supremo ha obligado a indemnizar. El 23-5-2012 (16 días después de dimitir Rato) de Guindos afirmó (en el Congreso de los Diputados) que a BFA/Bankia le faltaban 5.000 millones de euros (no 19.000) para cumplir con el Decreto Ley (Guindos II). Que el Gobierno daría todo lo que le pidieran a los nuevos gestores. El Gobernador del BdE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, afirmó que en la crisis de Bankia el BdE no había participado, y que tenía instrucciones del Gobierno de mantener silencio. El Plan Estratégico 2018-2020, de Bankia, presentado el 27-2-2018, reconoce ese exceso de capital y propone dárselo a los accionistas como dividendo. En otoño de 2013, al FROB se le olvidó reclamar a Bankia 2.760 millones de euros que le había dado, pero el Parlamento aprobó garantizar por ley los créditos fiscales y Bankia, que no necesitaba fondos adicionales para esta contingencia, se quedó con el dinero. El exceso de capital repartido como dividendo beneficiará a todos los accionistas actuales, pero los fondos sólo fueron aportados por el Estado a través del FROB. Bankia reconoce haber generado sólo 635 millones de capital, pero ofrece 2.500 millones de euros. Según la información facilitada a la CNMV en 2017, el exceso de capital es de 4.500 a 5.400 millones de euros, con probables dividendos futuros a costa del exceso de capital. El FROB vendió el 7% del capital, en una colocación privada por debajo del valor en libros, repartiendo el exceso de su aportación inicial con nuevos accionistas.


Por si fuera poco, constatando que Bankia es la entidad que más ayudas ha recibido y tiene al FROB como principal accionista (es decir el Estado), Rato plantea algunos interrogantes: ¿Desde cuándo sabe el FROB que hay exceso de capital? Si el BdE no participó en la nacionalización, ¿fue una decisión política del Gobierno? ¿Es ésta una disposición legal de recursos públicos? ¿Por qué el FROB no informó al juez de la Audiencia Nacional de esto?


Eso es, lo que aparece tras el artículo de Rato. Pero hay otras preguntas que convierten lo planteado en ‘la puntita nada más’: ¿Si no era necesario, por qué se le dio tanto dinero a Goirigolzarri? ¿Cuánto va a costar esta gestión del FROB? ¿Cómo y con cuánto hay que compensar a Rato si tiene razón en unas pretensiones que aún no ha planteado? ¿Qué saben el juez del caso y la Fiscalía? ¿Cómo va a afectar esto al Presidente del Gobierno, a de Guindos, al Tribunal Supremo, al juez y fiscal del Caso, a los consejeros de Caja Madrid, BFA y Bankia, que acompañaron a Rato y a Goirigolzarri?

¿Y a los demás? 

Rato, De Guindos y la puntita nada más

Sólo la puntita, sin entrar en concreciones
José Luis Heras Celemín
miércoles, 21 de marzo de 2018, 06:57 h (CET)

En relación con Bankia, se ha sostenido, y nadie ha desmentido, que el Gobierno, siendo De Guindos ministro de Economía y Competitividad, dio más dinero al grupo Banco Financiero de Ahorros-Bankia del que se necesitaba para sanear una entidad que Rodrigo Rato había ofrecido sanear por 12.000 millones de euros menos


Desde que dimitiera Rato de la presidencia de Banco Financiero de Ahorros (BFA) y Bankia, el 7 de mayo de 2012, se esperaba que hiciera lo que acaba de hacer: Exponer sus razones. Como ha hecho con su artículo EL DINERO DE BANKIA publicado el 16 de marzo pasado en La Razón. Cinco años después, Rato acaba de publicar que “La actual dirección (de Bankia) había solicitado fondos en exceso, indudablemente beneficiosos para garantizar el éxito de su gestión, pero en ningún sentido necesarios para cumplir con los requerimientos de capital, ni con el saneamiento exigidos por el supervisor. Cuestión delicada tratándose de fondos públicos”


Para entender lo apuntado, conviene repasar la situación en BFA-Bankia cuando se produjo la dimisión/sustitución de Rato. Por aquel entonces, había en marcha un Plan de Saneamiento, o Plan de Capitalización, que tenía forma en dos documentos que se complementaban entre sí: El Plan de Actuación; y la Actualización del Plan Estratégico, que existía en BFA-Bankia y conocía el BdE (lo aprobó la Comisión Ejecutiva del BdE el 17-4-2012 “por considerar que las palancas incluidas en el mismo en el plan de actuaciones para la reestructuración societaria del grupo y en el resto de las medidas implementadas para dinamizar su negocio y moderar su estructura de costes deberían ser suficientes para el cumplimiento de los requerimientos fijados en el Real Decreto 2/2012”). Lo propuesto era lo que Rato llamó “desmontaje parcial de BFA” trasfiriendo parte de los activos y pasivos del BFA a Bankia hasta reducir el balance de 51.000 a 30.000 millones de euros. Pero, el entorno económico se deterioraba y aconsejaba sanear el grupo BFA-Bankia. En ese contexto, se producía un cambio en la titularidad, ya que Bankia aumentaba su participación en BFA; y era una oportunidad para modificar/actualizar el Plan Estratégico, mejorar la eficiencia en la gestión y reducir costes. Para conseguir esa actualización, el 4-5-2012 (17 días después de haber sido aceptado el anterior) se envió al Ministerio de Economía y al BdE un “Plan de Desinversión, Saneamiento y Mejora del margen” con un triple objetivo: Reducir el balance en 40.000 millones de euros en tres años. Anticipar las pérdidas supuestas para el futuro (8.500 millones de euros) para dar cobertura a los activos dudosos. Y reducir lo utilizado en los mercados mayoristas (de 106.000 a 65.000 millones de euros en tres años). Para hacer viable ese Plan (de Desinversión, Saneamiento y Mejora del Margen) se solicitó una “línea adicional de préstamo al FROB-3 de 7.000 millones de euros. Pero el Plan no fue aprobado, según dijo Rato ante la Subcomisión del FROB en el Congreso de los Diputados: “A pesar de un intenso intercambio de opiniones, en el que fuimos incorporando todas las sugerencias que el ministerio y el banco nos hicieron, este plan nunca fue aprobado”.


¿Qué pasó para que Rato abandonara el 7 de mayo? Si se presentó el viernes 4 de mayo y la dimisión de produjo el lunes 7, hay que convenir que algo debió ocurrir ese fin de semana. Hay 2 fuentes que dan el mismo motivo: Rato, que declaró al diario El Mundo “...para que no se entienda que las eventuales ayudas públicas han sido decididas para favorecer a una persona ligada al PP”. Y en el libro MORDER LA BALA, de Lucía Méndez. en que se menciona una cena común de Luis de Guindos y Rato, en la noche del 6 al 7, en la que el ministro justificó la salida de Rato por un motivo: “Contigo en la Presidencia de Bankia no tenemos nada que hacer, los mercados se nos comerán vivos”.


Eso es lo conocido. Y hasta ahora bastaba para compararlo con la propuesta que hizo el nuevo equipo de Bankia que encabezaba Goirigolzarri. En resumidas cuentas: Rato proponía solucionar el problema con un crédito, procedente del FROB y a devolver, de 7.000 millones de euros, aceptando lo que planteaban el Gobierno y el BdE. Y Goirigolzarri solicitaba, del mismo FROB, 19.000 millones de euros. Es decir, 12.000 millones de euros más.


Pero ahora, Rato hace unas aportaciones que merecen reseñarse: Se han gastado 12.000 millones de euros que no eran necesarios para cumplir con los requerimientos de capital ni con los saneamientos exigidos por el BdE. Los 19.000 millones solicitados por Goirigolzarri, y concedidos, iban acompañados de la amenaza de dimitir. Se vincula la ayuda concedida a la gestión con la salida a bolsa de Bankia. Se obligó a reducir capital, en perjuicio de los accionistas iniciales a los que el Tribunal Supremo ha obligado a indemnizar. El 23-5-2012 (16 días después de dimitir Rato) de Guindos afirmó (en el Congreso de los Diputados) que a BFA/Bankia le faltaban 5.000 millones de euros (no 19.000) para cumplir con el Decreto Ley (Guindos II). Que el Gobierno daría todo lo que le pidieran a los nuevos gestores. El Gobernador del BdE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, afirmó que en la crisis de Bankia el BdE no había participado, y que tenía instrucciones del Gobierno de mantener silencio. El Plan Estratégico 2018-2020, de Bankia, presentado el 27-2-2018, reconoce ese exceso de capital y propone dárselo a los accionistas como dividendo. En otoño de 2013, al FROB se le olvidó reclamar a Bankia 2.760 millones de euros que le había dado, pero el Parlamento aprobó garantizar por ley los créditos fiscales y Bankia, que no necesitaba fondos adicionales para esta contingencia, se quedó con el dinero. El exceso de capital repartido como dividendo beneficiará a todos los accionistas actuales, pero los fondos sólo fueron aportados por el Estado a través del FROB. Bankia reconoce haber generado sólo 635 millones de capital, pero ofrece 2.500 millones de euros. Según la información facilitada a la CNMV en 2017, el exceso de capital es de 4.500 a 5.400 millones de euros, con probables dividendos futuros a costa del exceso de capital. El FROB vendió el 7% del capital, en una colocación privada por debajo del valor en libros, repartiendo el exceso de su aportación inicial con nuevos accionistas.


Por si fuera poco, constatando que Bankia es la entidad que más ayudas ha recibido y tiene al FROB como principal accionista (es decir el Estado), Rato plantea algunos interrogantes: ¿Desde cuándo sabe el FROB que hay exceso de capital? Si el BdE no participó en la nacionalización, ¿fue una decisión política del Gobierno? ¿Es ésta una disposición legal de recursos públicos? ¿Por qué el FROB no informó al juez de la Audiencia Nacional de esto?


Eso es, lo que aparece tras el artículo de Rato. Pero hay otras preguntas que convierten lo planteado en ‘la puntita nada más’: ¿Si no era necesario, por qué se le dio tanto dinero a Goirigolzarri? ¿Cuánto va a costar esta gestión del FROB? ¿Cómo y con cuánto hay que compensar a Rato si tiene razón en unas pretensiones que aún no ha planteado? ¿Qué saben el juez del caso y la Fiscalía? ¿Cómo va a afectar esto al Presidente del Gobierno, a de Guindos, al Tribunal Supremo, al juez y fiscal del Caso, a los consejeros de Caja Madrid, BFA y Bankia, que acompañaron a Rato y a Goirigolzarri?

¿Y a los demás? 

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