Pedrosa ha sido el más reciente en conseguir título; ya es el tercer Campeonato del Mundo que consigue y el “niño sin carné” aspira a mucho más, no les quepa duda. Sólo unas semanas antes era Alonso, que convertía a España en un hervidero de sentimientos y alegría (pocas veces se ha sentido algo tan grande). Además, hizo doblete y consiguió el de constructores, ése que quizás muchos daban por perdido.

No son futbolistas, no. Gran detalle ése. En nuestro país existen otros deportes, otros deportistas que compiten a nivel internacional (individuales o selecciones) que consiguen medallas y campeonatos, mundiales y esas cosas. Es cierto que equipos como Real Madrid, Barça o Valencia han dado alegrías a nuestro fútbol y a nuestro deporte en general. Han conseguido Champions y Copas de la UEFA entre otros, pero en relación con el protagonismo mediático que tienen, son bastante pocas.

Situémonos en el balonmano. Son los actuales campeones del mundo. ¿Quién sigue el balonmano? Los realmente amantes de este deporte. El fútbol lo seguimos todos. O el baloncesto. Subcampeones de Europa en varias ocasiones, con opciones a medalla en la mayoría de campeonatos y de todos es sabido el gran potencial que tiene nuestro baloncesto a nivel individual fuera de nuestras fronteras.

Otro ejemplo, el waterpolo. Dos veces campeones del mundo y sin contar Olimpiadas. También el atletismo. ¿Cuántas medallas de oro, plata y bronce ha anotado España en su palmarés con gente como Fermín Cacho, Yago Lamela, Glory Alozie o Paquillo Fernández? Y María Peláez, esa malagueña campeona de Europa en Sevilla 97 y subcampeona en Estambul 99.

La pregunta del millón: ¿Cuándo logrará algo así la selección española de fútbol? Es el deporte que más seguidores tiene en nuestro país y el que menos éxitos en nombre de España ha conseguido. Tenemos la mejor Liga de Fútbol Profesional del Mundo y en ella al considerado como el mejor equipo de fútbol del siglo XX: el Real Madrid. Sin embargo, nuestros chicos no acaban de arrancar.

Desde “La Mirilla”, no pretendo reprocharles nada, sólo darles un empujoncito y que espabilen un poco. Eslovaquia nos espera y hay que ganarles. Es el primer paso para que los chicos de Luis, los que compiten en las mejores ligas del mundo, demuestren lo que valen y lo que son capaces de conseguir. Digo yo que algún día arrancaremos.