Con motivo también de las elecciones en Italia ha vuelto a quedar patente la traicionera campaña de Putin para dividir y debilitar a los demás Estados del mundo. Si el adoctrinamiento en escuelas y medios de comunicación en Cataluña pudo inducir a no pocos catalanes a adherir a un independentismo totalitario, la conducta de sus dirigentes en los últimos meses y el apoyo que estos han recibido en Europa, sólo en la extrema derecha, al que se suman esas intervenciones desestabilizadoras desde el Kremlin tendría que haber abierto los ojos a esos separatistas catalanes y más aún a sus seguidores del resto de España.
Da vergüenza tener recordar que el Gobierno ruso está dirigido hoy descaradamente por la KGB y no es de izquierdas, sino tan fascista como los grupos a los que apoya en Europay EEUU. Así demuestran con los hechos ser al apoyarlos muchos izquierdistas del resto de España, perdón, del Estado español. Con de ese modo una quinta columna de un independentismo nacionalista, es decir insolidario discriminador y violento, en cuanto puede, en sus métodos. Esos “progresistas”, confunden, en el plano internacionalesa “División Azul”, esa Internacional fascista, con las Brigadas Internacionales. Y así estamos.