y tener que rechazarte no se me dá
demasiado bien Graviejhl Chotyer Llú…
Es la realidad,
pero debo rechazarte, claro que sí,
pues de aquí debo alejarme,
compréndelo y sigue con ella,
tu mujer Lucía Ploturs del Bosk Varhetó,
de ojos grandes y azules impresionantes,
rubia y de buena figura, 89-64-92,
con tus dos hijos, niño y niña,
he perdido el cálculo de su edad.
Acompáñales, aléjate de mí,
pero no del todo,
mezclémonos a distancia prudencial,
“
con la memoria de elefante africano”
si así lo queremos y
¿por qué no estudiar Bellas Artes?,
si llegó tan de repente,
¿por qué no entregarse a esta posibilidad
que fue casi una realidad
de nuestro ayer?.
Fueron otros tiempos
dónde imperaba, sin pena “el silencio”,
la esperanza del amor
y la brisa beige pastel champagne
sobre mi vestidito de color blanco roto
con margaritas marchitas,
corto y con manchas sin forma y rosadas,
cual colores de las mariposas del prado
y cual saltamontes voy al viento suave
como cualquier cosita cosita coooosa,
así es mi situación...
Cuál hoja salvaje de otoño frustrado,
que no renunciará, sin embargo,
a la dicha
que se le prometerá, por ser buena,
por ser ella.
Yo, sencillamente, Gheronievha,
y hoy es día nueve de noviembre.
Estoy viva y coleando.
Aunque muchos me traten como a una muerta
Expropiándome, separándome!!!!
(De Tsunami de Rosas).