Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | ONG | Sahara | Social
El extravagante aparato de propaganda y conglomerado ONG que sigue sobrevolando el Sahara se va quedando sin gasolina

El coloniaje de las ONG

|

Aunque a cualquier persona con sentido común pueda parecerle absurdo, hace más de cuatro décadas, un extravagante grupo de activistas apátridas que logra sobrevivir en algún lugar del desierto del Sahara merced al apoyo de Argelia, pretenden convencer al mundo que España sigue siendo dueña de una porción del Sahara que estuvo en poder del Reino de Marruecos por tanto tiempo que nadie razonable podría tener dudas al respecto.


Antes de la guerra del Ifni y la Marcha Verde, los mismos marxistas abogaban por la marroquinidad del Sahara sin ser objetados por nadie.


Sin embargo, las fronteras ideológicas heredadas de la guerra fría intentaron luego sostener fronteras inventadas y dibujadas en el mapa por el colonialismo europeo, afán que ha creado en todo el mundo enredos insuperables, realidad que también la América antiguamente española también conoce por experiencia histórica.


Todo se sostiene porque Argelia quiere una salida atlántica y una banda separatista devenida en conglomerado de ONG y aparatos de propaganda afines, desea lucrar invocando a refugiados cuyo número falsean, y malversar millonaria ayuda internacional.


Aún más absurdo es que agitando banderas nacionalistas defienden la intangibilidad de unas fronteras dibujadas por los españoles en el mapa de África, sumando el absurdo de presentarse como “independentistas”. Lo mismo podríamos decir del Reino de España engendrado por la dictadura franquista, cuando reclama respecto al Gibraltar ocupado pero sostiene a Ceuta y Melilla en territorio marroquí.


Para colmo de absurdo, los que más hablaron del tema “saharaui” e incluso llegaron a convertirlo en arma arrojadiza contra el gobierno de turno, fueron los mismos españoles.


No de repetir hasta el cansancio sus propias mentiras lograrán torcer la opinión de los expertos en derecho internacional, pues como lo recuerda el especialista Esteban Silva, elartículo 42 del Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre (H.IV.R) de 1907, “Se considera como ocupado un territorio cuando se encuentra colocado de hecho bajo la autoridad del ejército enemigo. La ocupación no se extiende sino a los territorios donde esa autoridad esté establecida y en condiciones de ejercerse”. Es más que evidente por tanto, que este dispositivo del derecho internacional no se aplica al caso del llamado Sahara Occidental, en vista de la ausencia de los elementos constitutivos de la colonización


La presencia efectiva, antes de producirse el acto de ocupación, de un Estado sobre un territorio determinado con su correlativo de la potestad para certificar la identidad de un pueblo determinado como nación soberana, es algo que no se aplica en ningún caso en el presente al conflicto artificial que nos ocupa.


Tampoco existe intervención ilegal de un Estado enemigo para excluir a una autoridad legítima e imponer, con la fuerza de las armas, la aniquilación de la soberanía de un Estado preexistente al acto de la ocupación.


España se retiró en 1975-1976 del territorio del Sahara en virtud de los Acuerdos de Madrid que fueron consignados ante Naciones Unidas tal como lo confirma la resolución 3458-8 del 11 de diciembre de 1975.


Previamente a ello, simplemente no hubo existencia de ninguna entidad estatal soberana a nivel del territorio que pretenden llamar “Sahara Occidental”, entelequia inventada posteriormente a la partida de los españoles para reemplazar el apelativo del “Sahara Español”.


Ni España, en su condición de ex potencia colonizadora, ni los historiadores y tampoco el sentido común pueden establecer o corroborar la existencia de un Estado saharaui previamente a la época colonial. Tampoco el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha calificado a Marruecos como potencia colonizadora.


Además, por razones simplemente de orden cronológico, basta con saber que la presunta república saharaui ha sido autoproclamada el 27 de febrero de 1976, es decir después de la retirada del último soldado español, para echar abajo la teoría la creación de la fantasmagórica RASD.


Se trata pues, de una teoría conspirativa sin base real que pretende atribuirle existencia a la presunta RASD, entidad ficticia inventada por una Argelia que acariciaba durante la época de la guerra fría, y ha quedado desde entonces presa del sueño de ofrecerle al bloque soviético una salida hacia el atlántico a través de una entidad títere.


La quimera de un estado asociado y títere, que llevó a la diplomacia petrodolarizada argelina a financiar a un grupo armado primero, y a crear un extravagante aparato de propaganda hoy dedicado a malversar ayuda internacional, va quedando cada alejada del mundo real.


Solo por citar acontecimientos recientes, durante la 32ª sesión ordinaria del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana, el Reino de Marruecos ha sido designado miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, máximo organismo de la entidad regional, por el período 2018 – 2020.


Con solidez institucional, mente pluralista y economía diversificada, Marruecos ha venido desmintiendo una y otra vez la propaganda falaz adversa, y a la mentalidad de coloniaje de aquellos que todavía sueñan con el regreso de potencia europeas a esas latitudes. 

El coloniaje de las ONG

El extravagante aparato de propaganda y conglomerado ONG que sigue sobrevolando el Sahara se va quedando sin gasolina
Luis Agüero Wagner
jueves, 22 de febrero de 2018, 09:59 h (CET)

Aunque a cualquier persona con sentido común pueda parecerle absurdo, hace más de cuatro décadas, un extravagante grupo de activistas apátridas que logra sobrevivir en algún lugar del desierto del Sahara merced al apoyo de Argelia, pretenden convencer al mundo que España sigue siendo dueña de una porción del Sahara que estuvo en poder del Reino de Marruecos por tanto tiempo que nadie razonable podría tener dudas al respecto.


Antes de la guerra del Ifni y la Marcha Verde, los mismos marxistas abogaban por la marroquinidad del Sahara sin ser objetados por nadie.


Sin embargo, las fronteras ideológicas heredadas de la guerra fría intentaron luego sostener fronteras inventadas y dibujadas en el mapa por el colonialismo europeo, afán que ha creado en todo el mundo enredos insuperables, realidad que también la América antiguamente española también conoce por experiencia histórica.


Todo se sostiene porque Argelia quiere una salida atlántica y una banda separatista devenida en conglomerado de ONG y aparatos de propaganda afines, desea lucrar invocando a refugiados cuyo número falsean, y malversar millonaria ayuda internacional.


Aún más absurdo es que agitando banderas nacionalistas defienden la intangibilidad de unas fronteras dibujadas por los españoles en el mapa de África, sumando el absurdo de presentarse como “independentistas”. Lo mismo podríamos decir del Reino de España engendrado por la dictadura franquista, cuando reclama respecto al Gibraltar ocupado pero sostiene a Ceuta y Melilla en territorio marroquí.


Para colmo de absurdo, los que más hablaron del tema “saharaui” e incluso llegaron a convertirlo en arma arrojadiza contra el gobierno de turno, fueron los mismos españoles.


No de repetir hasta el cansancio sus propias mentiras lograrán torcer la opinión de los expertos en derecho internacional, pues como lo recuerda el especialista Esteban Silva, elartículo 42 del Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre (H.IV.R) de 1907, “Se considera como ocupado un territorio cuando se encuentra colocado de hecho bajo la autoridad del ejército enemigo. La ocupación no se extiende sino a los territorios donde esa autoridad esté establecida y en condiciones de ejercerse”. Es más que evidente por tanto, que este dispositivo del derecho internacional no se aplica al caso del llamado Sahara Occidental, en vista de la ausencia de los elementos constitutivos de la colonización


La presencia efectiva, antes de producirse el acto de ocupación, de un Estado sobre un territorio determinado con su correlativo de la potestad para certificar la identidad de un pueblo determinado como nación soberana, es algo que no se aplica en ningún caso en el presente al conflicto artificial que nos ocupa.


Tampoco existe intervención ilegal de un Estado enemigo para excluir a una autoridad legítima e imponer, con la fuerza de las armas, la aniquilación de la soberanía de un Estado preexistente al acto de la ocupación.


España se retiró en 1975-1976 del territorio del Sahara en virtud de los Acuerdos de Madrid que fueron consignados ante Naciones Unidas tal como lo confirma la resolución 3458-8 del 11 de diciembre de 1975.


Previamente a ello, simplemente no hubo existencia de ninguna entidad estatal soberana a nivel del territorio que pretenden llamar “Sahara Occidental”, entelequia inventada posteriormente a la partida de los españoles para reemplazar el apelativo del “Sahara Español”.


Ni España, en su condición de ex potencia colonizadora, ni los historiadores y tampoco el sentido común pueden establecer o corroborar la existencia de un Estado saharaui previamente a la época colonial. Tampoco el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha calificado a Marruecos como potencia colonizadora.


Además, por razones simplemente de orden cronológico, basta con saber que la presunta república saharaui ha sido autoproclamada el 27 de febrero de 1976, es decir después de la retirada del último soldado español, para echar abajo la teoría la creación de la fantasmagórica RASD.


Se trata pues, de una teoría conspirativa sin base real que pretende atribuirle existencia a la presunta RASD, entidad ficticia inventada por una Argelia que acariciaba durante la época de la guerra fría, y ha quedado desde entonces presa del sueño de ofrecerle al bloque soviético una salida hacia el atlántico a través de una entidad títere.


La quimera de un estado asociado y títere, que llevó a la diplomacia petrodolarizada argelina a financiar a un grupo armado primero, y a crear un extravagante aparato de propaganda hoy dedicado a malversar ayuda internacional, va quedando cada alejada del mundo real.


Solo por citar acontecimientos recientes, durante la 32ª sesión ordinaria del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana, el Reino de Marruecos ha sido designado miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, máximo organismo de la entidad regional, por el período 2018 – 2020.


Con solidez institucional, mente pluralista y economía diversificada, Marruecos ha venido desmintiendo una y otra vez la propaganda falaz adversa, y a la mentalidad de coloniaje de aquellos que todavía sueñan con el regreso de potencia europeas a esas latitudes. 

Noticias relacionadas

Pienso, y esto no deja de ser una opinión exclusivamente personal, que la literatura debe estar escrita siempre desde el foco de la ilusión y la esperanza. Son los esenciales avituallamientos para la creatividad. No digo ya que las novelas deban tener un matiz rosa y de amores platónicos que nos alejan de la realidad. Porque ante todo hay que tener presente el punto de unión entre la ficción y la realidad.

Estoy arrepintiéndome de votar, arrepintiéndome de leer páginas de opinión política en la prensa, arrepintiéndome de acudir a manifestaciones manipuladas, arrepintiéndome de ver noticiarios de televisión y, mucho más, tertulias generalistas con tertulianos mediocres.

El padre de la Constitución argentina, Juan Bautista Alberdi, en su obra "El Crimen de la Guerra"(1870), afirma: "No puede haber guerra justa, porque no hay guerra juiciosa. La guerra es la pérdida temporal del juicio". Asimismo, añade que "las guerras serán mas raras a medida que la responsabilidad por sus efectos se hagan sentir en todos los que las promueven y las invitan".

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto