Por Socha (Firma colectiva)

Hay emergencia para aprobar la Operación Chamartín. ‘Sí, a toda prisa...Se aprueba ya’, nos había asegurado rotundo el mandamás de Distrito Castellana Norte (DCN), Antonio Béjar, hace unos meses cuando le preguntamos por el proyecto Madrid Nuevo Norte (MNN). Con el anuncio de julio, que salió al escenario con retraso sin explicar motivos, parecía que por fin se acababa la parálisis. Los actores parecían convencidos y con un interés común. Aunque desde el Ayuntamiento de Madrid, el concejal Calvo no convenciera, en DCN se eligiera cómo, cuándo y a quien se daba información, y en ADIF se guardara silencio.

En medio de todo, advertimos algunos síntomas, o mientras, que había que tener en cuenta. Y apuntar: Mientras anden por la pista los segundos (Bravo por ADIF, Calvo por el Ayuntamiento y Béjar por DCN), quedan libres los primeros (en ministerio, alcaldía y cúspide del BBVA). Mientras se apartan del timón los técnicos de Fomento y DCN, lo ocupan los municipales. Mientras se trazan negocios (para unos), se difuminan opciones (para todos). Mientras asientan posiciones unos (Ministerio, DCN y alcaldía), otros viran (a la greña en Ahora Madrid, en el PSOE, o en lo que quede de ambos), y algunos flotan en la inopia (Grupos municipales de PP y Ciudadanos; y vecinos). Mientras el tiempo acucia, hay que tratar de avanzar, mantener el tipo, y gastar.

Gastar como síntoma. A falta de información, en la omertá aparece la necesidad de GASTAR, rotunda, en negrita y mayúscula. Para capitalizar, pagar los gastos de proyectos, la situación, las dudas, las moras y demoras, los egoísmos e intereses, los beneficios públicos y lícitos de todos; y los ocultos, que nadie va a publicar.

Gastar, supeditado a un mientras tanto que, por lo que se sabe, en el acuerdo no firmado de julio de 2017, se dejó en las manos de la alcaldesa Carmena, libre de Ahora Madrid que gobierna en el Ayuntamiento con algunos de los suyos críticos. Con ello, el ritmo de la Operación Chamartín se ha dejado en manos de una mujer septuagenaria que tiene e impone una situación única: Controla el poder en el Ayuntamiento de Madrid, condiciona el futuro de las fuerzas de la izquierda madrileña, decide sin sometimientos; y reparte.

En esta situación, aparecen los fondos necesarios para mantener el proceso. Esos fondos, por lo establecido en el Concurso adjudicado hace 24 años, ha de proveerlos el adjudicatario al que se le encomendó el desarrollo de la Operación entonces: Desarrollos Urbanísticos de Chamartín (DUCH), que el día 20 de agosto de 2015 cambió de nombre para adoptar el de Distrito Castellana Norte.

Y esos fondos acaban de aparecer. Lo han hecho en el BORME, que, como se sabe, es el Boletín Oficial del Registro Mercantil, órgano oficial de publicidad del Registro Mercantil de España para los actos jurídicos que por disposición legal deben darse a conocimiento público.

Atentos al gastar. Por ser un síntoma de lo que pudiera estar ocurriendo, convenía estar al tanto de lo que, por dispositivo legal, DCN no puede ocultar: sus hechos relevantes. Ya en su momento, (véase nuestra O.CH. IX, El espíritu de El Xarey) dedicamos tiempo para ver cómo constaba en el BORME la dinámica empresarial de DCN, antes DUCH. Observamos entonces los números de la realidad empresarial de una sociedad que, surgida por la colaboración de varios miembros (ARGENTARIA, CONSTRUCTORA SAN JOSE S.A. y EUROPOLIS INVEST ESPAÑA Y PROCISA), había devenido en DUCH, tras la adjudicación del concurso, para terminar adoptando el nombre de Distrito Castellana Norte con dos propietarios únicos: Grupo BBVA y Grupo CONSTRUCTORA SAN JOSÉ S.A. (CSJSA)

Sin despreciar los acontecimientos societarios relativos a absorción, ceses y nombramientos, nos fijamos entonces en lo que parecía importante: Dinámica de la sociedad adjudicataria del concurso, actividad comercial y capital social.

La dinámica de la sociedad consistía en cumplir las obligaciones que marca la legislación, para DUCH, DCN y sus dueños, las empresas que descubrimos: INVERAHORRO SL, domiciliada en Madrid y del Grupo BBVA; y DESARROLLOS URBANÍSTICOS UDRA S.A.U., con domicilio en Pontevedra y del Grupo CSJSA. La actividad comercial trataba de cumplir las obligaciones del concurso y mantener los derechos de adjudicatario.

Sin más que reseñar en cuanto a dinámica y actividad, quedaba lo más importante, El Capital Social, que a lo largo del tiempo ha mantenido la sociedad y ha ido aumentando. Ese incremento de Capital Social, en algunos momentos origen de tensiones en DUCH o DCN y siempre determinante en el valor accionarial de los partícipes (Grupos BBVA y CSJSA), es un índice que sirve de referencia. No ha influido en el valor de las acciones, que en los últimos años se ha mantenido en 300,51 euros. Pero ha ido creciendo. Veamos las cifras de las últimas fechas.

20-01-2016: Capital Social antes de ampliación: 95.427.251,01€. Ampliación según porcentaje de participación 23.246.251,56 €. Capital social después de ampliación 118.673.502,57 €. Incremento 24,35 %

27.07.2017: Capital social antes de ampliación 118.673.502,57 €. Ampliación según porcentaje de participación. 8.534.484,00€. Capital social después de ampliación 127.207.986,57. Incremento 7,19 %

01.02.2018: Capital social antes de ampliación 127.207.986,57 €. Ampliación según porcentaje de participación (propuesta) 18.902.980,53 €. Capital Social después de ampliación 146.110.967,10 €. Incremento 14,86 %.

Si se comparan los incrementos con la actividad a lo largo del tiempo, se ve que en enero de 2016 se creyó necesario un aumento de Capital Social del 24,35 %. Que apenas un año después, cuando se lograba el acuerdo, éste sólo era del 7,19%. Y que ahora supone una subida del 14,86 % con un valor (previsto) de 18.902.980,53 €.

Esos son los síntomas que aparecen en el BORME cuando se está a la espera de la publicación del proyecto Madrid Nuevo Norte. Con ellos conocidos, en la ignorancia que produce la falta de información, se puede optar por preguntar, especular, protestar o esperar. Como el proyecto habrá de conocerse y además de DCN y la prensa hay otros interesados (Ayuntamiento de Madrid, Ministerio de Fomento, Comunidad Autónoma, Canal de Isabel II, EMT, Grupos políticos municipales en el Ayuntamiento de Madrid, Propietarios afectados, Inversores y ciudadanos) parece prudente dejar que cada cual opte por el verbo que prefiera.

De momento, apuntamos el síntoma. Abundando en él, y porque amplia datos sobre empresas protagonistas en la Operación Chamartín (Inverahorro SL y Desarrollos Urbanísticos UDRA SAU), cabe apuntar un enlace que, en internet y vía Google, aporta información: «BORME» núm 23, de 1 de febrero de 2018, páginas 507 a 510 (4 págs.) SECCIÓN SEGUNDA. Anuncios y avisos legales BORME-C-2018-441.

Tiempo habrá para analizar por qué DCN ampliaba capital (acaso creyendo necesitarlo) en enero de 2016 por 23.246.251,56 €, por qué lo hizo en julio del año pasado por 8.534.484,00€, y por qué lo anuncia ahora por los 18.902.980,53 € que alertan en el BORME. Esas cantidades, sumadas, representan 50.683.716,09 €, previstos en apenas dos años y para un proyecto de obra que aún no se conoce.

La cifra es importante, más si se une al capital social antes de estas ampliaciones (95.427.251,01€) para llegar a un global de 146.110.967,10€. Y mucho más si se toma como base para analizar el pasado, el presente que se oculta y lo que está por llegar.