| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
Nadie puede dudar que la Rusia de Putin es una agresiva potencia imperialista. Además de amenazar Ucrania con 175.000 soldados en sus fronteras, Moscú ha sofocado con sus tropas las revueltas en Kazajistán, se disputa con Turquía su influencia en Libia o afianza su tutela sobre el régimen sirio, utiliza al régimen bielorruso para lanzar oleadas de refugiados en la frontera polaca, o usa la «llave del gas» para chantajear a una UE perjudicada por la crisis energética.
|