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En medio de una vorágine de innovación tecnológica, la Televisión Digital Terrestre (TDT) prepara un nuevo “apagón” el próximo 14 de febrero. Esa es la fecha en la que todos los canales deberán transmitirse en alta definición (HD) y, por tanto, desaparecerán las frecuencias en calidad estándar. Esto implica que todos los españoles que no cuenten con televisores con un receptor de HD incorporado deberán adquirir un decodificador compatible.
Las redes se han llenado de alarmismo y de burlas por la noticia del posible apagón indefinido en toda Europa. Muchos no lo creen, otros hablan de teorías conspiratorias y comparan este posible apagón con el covid. Nada se sabe, podemos pensar cualquier cosa, como que somos cobayas de laboratorio con las que experimentan y estudian para modificar algo en nuestra sociedad y, por supuesto, ganar más dinero con ello.
El apagón de hace unos días fue distinto. Nos quedamos sin acceso a la mayoría de las redes sociales. Durante las horas que la humanidad prescindió del maldito artilugio cibernético, se detuvieron las maquinas de la comunicación no verbal. En una palabra: casi se paró el mundo.
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